Porsche estuvo al borde de la insolvencia y vive tan solo de créditos

El fabricante de autos deportivos necesita 1.750 millones urgentes para afrontar sus compromisos

Stuttgart (dpa). El endeudado fabricante alemán de vehículos deportivos Porsche tiene un importante agujero financiero y estuvo incluso al borde de la insolvencia, confirmó hoy su portavoz, Albrecht Bamler.

Porsche necesita una financiación de alrededor de 1.750 millones de euros (2.445 millones de dólares) y para ello está negociando con distintos bancos, entre ellos algunos estatales como el alemán KfW, agregó Bamler confirmando así informaciones adelantadas por el semanario alemán “Der Spiegel”, en su edición actual.

Según informaciones de dpa, en los últimos días el fabricante alemán se aseguró un crédito de 750 millones de euros (casi 1.050 millones de dólares) del Banco de Tokio.

De acuerdo con “Der Spiegel”, entre el 22 y el 24 de marzo Porsche estuvo a punto de declararse insolvente y sólo pudo superar esa situación gracias a un crédito puente de 700 millones de euros (978 millones de dólares) que le concedió Volkswagen .

Pese a ese crédito, que tiene una validez de seis meses, la situación de la empresa sigue siendo crítica, subraya el rotativo. De hecho necesita créditos de hasta 2.500 millones de euros (3.495 millones de dólares) más para garantizar sus negocios actuales.

MÁS ENDEUDAMIENTO
Según el mismo medio, a finales de marzo Porsche recibió un crédito de 10.000 millones de euros (13.971 millones de dólares) de un grupo de 15 bancos. Esos fondos fueron utilizados para tapar las deudas por la compra de acciones del mayor fabricante automovilítisco europeo, Volkswagen.

El presidente de Porsche, Wendelin Wiedeking, tuvo que reconocer recientemente ante el consejo de vigilancia del grupo que la situación es “crítica”, incluso después de la prolongación del crédito de 10.000 millones de euros, destaca “Der Spiegel”.

En la actualidad Porsche cuenta con el 50,8% de las acciones de VW y planeaba adquirir hasta el 75% que le permitiera controlar la empresa y acceder a los fondos de ésta para saldar las deudas contraídas para financiar la adquisición.