Disney no asume responsabilidad con peruana maltratada en sus instalaciones
La pianista se encontraba sola al momento del hecho y fue incomunicada. El caso podría darse a conocer en Estados Unidos a través de un canal de televisión de Miami.
Por Carlos Chávarry Valiente
Luego de las declaraciones dadas a Perú.21 sobre su accidente en DisneyWorld, la pianista Judith Lamas de Alvarado hizo algunas precisiones respecto a su caso.
En principio, ella se encontraba sola en DisneyWorld porque estaba esperando que su hija, proveniente de Los Ángeles, la alcanzara en el aeropuerto de Orlando: iban a vacacionar en Florida. Como el avión tardaría varias horas en llegar, Lamas prefirió conocer, por cuenta propia, el famoso parque de atracciones. Además, ella no llevaba más equipaje que su bolso: dentro portaba una laptop, una cámara fotográfica y los 3,500 dólares que le servirían de bolsa de viaje. Así fue cómo entró al juego mecánico donde sufriría la caída.
Ya en el hospital, Lamas pidió hablar con un representante de Disney. “Ellos no tratan con hispanos”, fue la cortante respuesta de uno de los doctores. Entonces pidió hacer una llamada a sus familiares norteamericanos, pero no se lo permitieron. Cuando quiso llamar a Perú, le dijeron que no tenían salida telefónica internacional. “Una paciente me dijo que Disney era la empresa que le daba vida a Orlando: que nadie querría meterse en su contra”, afirma. Luego la pianista fue trasladada a un anexo del primer hospital. Y la trataron igual.
Sobre porqué no sentó ninguna denuncia formal en Orlando se debe a que el mismo abogado de Morgan & Morgan, el famoso bufete de abogados, le pidió discreción en su caso. “Me explicó que se harían cargo de todo, que me mantendrían informada y que sólo debía esperar el juicio”, comenta Lamas. Incluso le tomaron fotografías. “Para verificar su estado ante los tribunales”, le explicó el representante. Ella puso toda su confianza en M&M.
El diagnóstico médico de Lamas –que Perú.21 ha podido verificar– habla de daños irreversibles: estará inmovilizada del cuello para el resto de su vida y sufrirá de cefaleas agudas. Pero eso no le impide caminar. Es solo que no puede hacer esfuerzos, ni agacharse ni sentarse por mucho tiempo. Ya no puede trabajar como pianista y profesora de música.
Lamas regresó a Lima porque Disney se negó a recibirla a su salida del hospital: “Me dijeron que yo no tenía nada que hacer allí. Que todo se resolvería entre los abogados”, señala. Además, para ese momento se suponía que ya contaba con el apoyo de la prestigiosa Morgan & Morgan.
Por semanas el abogado de M&M le dijo que Disney estaba a punto de conciliar. Pero Lamas sentía que algo andaba mal: el letrado sólo le daba respuestas ambiguas. Tres meses después lo confirmó, cuando el bufete le informó que abandonaban su caso. En el documento –que este diario pudo confirmar– no explican la razón de esa decisión. Y todos sus intentos por contactarse con el abogado se han estrellado ante sus negativas: simplemente no le responde el teléfono.
En este momento la pianista ya ha recibido varias notificaciones de deuda de los hospitales norteamericanos donde fue abandonada: debe casi veinte mil dólares. Y ahora son dos agencias internacionales de cobros quienes la persiguen. Y ella se encuentra sin defensa: de víctima ha pasado a convertirse en culpable. Todo porque el mágico mundo de Walt Disney no desea asumir su responsabilidad.
Desde que se ventilara su caso a través de Perú.21 , la Cancillería Peruana aún no le ha dado respuesta alguna a Lamas. Más interés ha mostrado una cadena de televisión de Miami, que podría dar a conocer su caso en Estados Unidos en los próximos días.
peru21.pe, 30 de Junio del 2009