Infidelidad y drogas son los argumentos para el divorcio de Íngrid Betancourt
Ex rehén de las FARC sigue enfrascada en complicada riña legal con su aún esposo, el publicista colombiano Juan Carlos Lecompte
(EFE). Una verdadera novela en la que se mezclan infidelidad, ultrajes y presunto consumo de drogas argumentan como causales de divorcio los respectivos abogados de la ex candidata presidencial colombiana Íngrid Betancourt y el publicista Juan Carlos Lecompte.
Betancourt, ex rehén de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), inició el año pasado, poco después de su rescate, las gestiones del divorcio bajo el alegato de “separación de cuerpos de hecho”. También se indica que otro de los causales del rompimiento sería el “incumplimiento de los deberes conyugales”.
El proceso “es un debate de dignidad” y podría ser el caso de Lecompte, señala la revista Caras en su última edición.
Explica que éste, “después de ofrecer canjearse por su esposa, de tatuarse su rostro en un hombro, y de cargar con su figura por el país y el mundo, lo único que recibió de ella tras su rescate, como fue evidente en el aeropuerto el día de su liberación, fue ingratitud”.
Añade que en el proceso de la separación legal “lo que en un principio parecía sencillo se ha convertido en un proceso de demandas y contrademandas” de las partes.
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