jueves, 23 de abril de 2009

Polémica en Bolivia por una foto de juegos de guerra sospechosa para el Gobierno

Polémica en Bolivia por una foto de juegos de guerra sospechosa para el Gobierno

La Paz, 23 abr (EFE).- La fotografía de unos aficionados a un juego de simulación de guerra al aire libre que el Gobierno ha presentado como miembros de un grupo armado ha abierto una nueva polémica en la investigación sobre la trama terrorista en Bolivia, informaron hoy medios locales.

El pasado martes el ministro de Gobierno boliviano, Alfredo Rada, hizo pública esta imagen, en la que aparece un grupo de hombres con uniformes militares de campaña y portando armas, y que el funcionario atribuyó a entrenamientos de grupos armados en Santa Cruz (este).

El ministro vinculó esa "prueba" de grupos armados con la supuesta trama terrorista descubierta en Bolivia, tras un operativo policial que acabó con la vida de tres extranjeros y la detención de otros dos hombres.

Sin embargo, los protagonistas de la fotografía explicaron a los medios de comunicación que son un grupo de aficionados al "airsoft", un juego de simulación de combates al aire libre en el que se emplean armas de juguete que disparan proyectiles inofensivos.

En sus comparecencias ante distintos medios de comunicación estos hombres explicaron que este juego se comenzó a poner de moda en Santa Cruz hace cuatro años y recordaron que se trata de una afición practicada en muchas partes del mundo.

A pesar de estas explicaciones, el portavoz del presidente Evo Morales, Iván Canelas, dijo hoy a los medios que la Fiscalía debe investigar a quienes aparecen en esa fotografía.

"Esta gente tiene que ser investigada por el Ministerio Público, que deberá emitir un informe que establezca si efectivamente los señores que aparecen en las fotos estaban jugando", dijo Canelas en la televisión ATB.

"Yo, con la edad que tengo, no podría estar jugando a las 'guerritas', porque eso tiene algo hasta de psicológico. Pero en fin, hay que partir de la inocencia de las personas", agregó.

El pasado 16 de abril la policía boliviana efectuó un operativo antiterrorista en un céntrico hotel de la ciudad de Santa Cruz donde murieron abatidos por los agentes Eduardo Rózsa-Flores (boliviano con ciudadanía húngara y croata), Árpád Magyarosi (rumano de origen húngaro) y Dwyer Michael Martin (irlandés).

Además, los agentes policiales aprehendieron a Mario Francisco Tadic Astorga (boliviano con pasaporte croata) y Elöd Tóásó (húngaro), quienes están en prisión preventiva en La Paz.

Los cinco integraban una supuesta banda de mercenarios internacionales que, según denuncia el Gobierno, preparaba un magnicidio contra el presidente Evo Morales.

El propio Rózsa-Flores, en una entrevista grabada el pasado septiembre y que el pasado martes fue difundida por la televisión pública de Hungría, reconoció su presencia en Bolivia para preparar la defensa militar de la región oriental de Santa Cruz de cara a su independencia.

La región de Santa Cruz, junto a las de Beni, Pando y Tarija, organizó en 2008 sendos procesos autonomistas que les enfrentó al Gobierno de Evo Morales y que provocó episodios violentos entre opositores y partidarios gubernamentales.

Hoy el portavoz de Morales justificó la acción de los policías en ese operativo antiterrorista, ante las dudas de la oposición y varios países europeos sobre la violencia en la acción.

"No creo que los policías maten a las personas por puro gusto", dijo Canelas, quien además insistió en que los presuntos mercenarios "se resistieron a la detención" y "por eso hubo un intercambio de fuego", al tiempo que reconoció que habría sido "mucho mejor detenerlos vivos".

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