27 de Marzo de 2009
VIÑA DEL MAR, Chile (AP) - Líderes como el Primer ministro británico, el vicepresidente estadounidense, los presidentes de España, Brasil, Argentina y la anfitriona Michelle Bachelet participan en la denominada Cumbre Progresista, que busca dar una respuesta de ese sector a la crisis mundial.
Las evaluaciones y criterios que se formulen en esta cumbre serán llevados por algunos de sus participantes a la próxima reunión del Grupo G-20 en Londres.
El primer ministro británico, Gordon Brown, que además este viernes realiza una visita oficial a Chile, ya adelantó durante su permanencia en Brasil su propuesta de formar un fondo de 100.000 millones de dólares para fomentar el comercio.
La cumbre de los denominados progresistas se inició con un seminario en el que participan también algunos de los gobernantes extranjeros.
Diversos expositores criticaron el proteccionismo internacional como una forma de defenderse de los efectos de la crisis.
El asesor del presidente brasileño Marco Aurelio García planteó que su país de 190 millones de habitantes ha aplicado una política contracíclica de aumento del gasto público y una política de fomento del crecimiento para lo cual gastará entre 2007 y 2010 unos 300.000 millones de dólares.
Criticó de paso a quienes consideran populismo las que aplican algunos países. "Muchas veces el concepto de populismo sirve para estigmatizar gobiernos, partidos, líderes, que con aciertos y errores están tratando de interpretar una nueva correlación de fuerzas en sus territorios".
No hay que condenar a otros sectores que se consideran progresistas, dijo.
García señaló la crisis actual "no surgió en la periferia del capitalismo, sino que surgió en el corazón del capitalismo".
Manifestó que para los brasileños los activos tóxicos son en realidad podridos.
La cumbre se realiza en este balneario a 120 kilómetros al noroeste de Santiago, que formalmente se inaugura el sábado. Un gran despliegue policial rodea el hotel donde se efectúa la reunión.
Una decena de manifestantes protestó contra el presidente brasileño Luis Inacio Lula da Silva por la detención y condena en Brasil del subversivo chileno Mauricio Hernández Norambuena, quien se fugó de una cárcel de alta seguridad chilena cuando cumplía condena por el asesinato en 1991 del senador derechista Jaime Guzmán. Hernández fue capturado y cumple otra condena en Brasil por el secuestro de un empresario paulista.
Los familiares piden que Hernández Norambuena sea extraditado a Chile para que cumpla su condena aquí. La protesta concluyó pacíficamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario