lunes, 23 de marzo de 2009


Los franceses toman distancia respecto al Papa

PARÍS (AFP) — Los franceses fueron los más críticos en Europa de las declaraciones del papa Benedicto XVI sobre el uso del preservativo para combatir el sida, en ocasión de su viaje a Africa, lo que señala un distanciamiento del Vaticano.

Las declaraciones de Benedicto XVI denunciando el uso del preservativo que "agrava" el problema del sida fueron condenadas enérgicamente en medios políticos, lo que reflejó el malestar de los católicos franceses ante Benedicto XVI. De acuerdo con una encuesta, 43% de los católicos quieren la partida de este Papa.

En Francia "somos muy sensibles al discurso del Papa cuando se refiere a la evolución de las costumbres", afirmó el sociólogo Frédéric Lenoir, director de la revista Le Monde des religions (El Mundo de las religiones).

"Es muy fácil sentirse contrariado por la distancia entre la norma que dicta el Papa y la evolución de las costumbres tal como es vivida, incluyendo a los católicos, porque los católicos franceses toman la píldora y forman parte muy mayoritariamente de la evolución de las costumbres de la sociedad", sostuvo este sociólogo.

Francia, un país de cultura católica pero cuya práctica ha disminuido considerablemente, tiene una relación compleja con la Iglesia. El viaje de Benedicto XVI a París y a Lourdes, en septiembre pasado, atrajo a las multitudes, a pesar de la imagen muy conservadora del Sumo Pontífice.

El miércoles, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, Francia reaccionó con un vigor poco común a las declaraciones del Papa sobre el preservativo, manifestando su "profunda inquietud" y considerando que "ponen en vida las políticas de salud pública y los imperativos de protección de la vida humana".

El domingo pasado, la secretaria de Estado encargada de la Familia, Nadine Morano, consideró "irresponsable" la declaración del Sumo Pontífice sobre el preservativo.

"Es muy indignante que Roma se limite a recordar que el aborto es un crimen, sin decir que la violación es también un crimen sin duda más grave y que existe un mal menor, que consiste en abortar cuando se ha sido violada", dijo Frederic Lenoir.

Los católicos franceses se sintieron conmocionados en las últimas semanas debido a la reintegración a la Iglesia católica de cuatro clérigos integristas, incluyendo al negacionista del Holocausto, Richard Williamson.

También se sintieron indignados por la excomunión en Brasil de una mujer que hizo abortar a su hija de nueve años que había sido violada.

En la Iglesia católica francesa, una corriente de izquierda manifiesta regularmente su malestar e incluso su rechazo por el enfoque conservador de Benedicto XVI.

El semanario Témoignage chrétien (Testimonio cristiano) se refería esta semana al "sufrimiento" de numerosos católicos, que se preguntan si pueden "permanecer en esta Iglesia".

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