Cinco cosas que desvelan a la economía mundial
La economía mundial está a la deriva. La expectativa de que finalmente este año las naciones desarrolladas saldrían del marasmo que dejó el estallido financiero de 2008 no se ha correspondido con la realidad.
El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) han bajado en junio las proyecciones de crecimiento económico y apenas estamos a mitad de año.
Un repaso de los análisis de organismos multitalerales y fundaciones permite identificar cuatro grandes factores, a los que BBC Mundo, consciente de que el futuro siempre está cargado de incertidumbre, le ha agregado un imponderable quinto punto.
1. La eurozona
Desde el estallido de la deuda soberana con Grecia en 2010, los 17 países que conforman la eurozona no han podido salir del empantanamiento.
Con tres países más rescatados –Portugal, Irlanda, Chipre-, con un sector bancario sostenido con alfileres –España–, con ayudas al sector financiero en su conjunto, la región ha luchado entre el estancamiento y la recesión.
En mayo el desempleo alcanzó un nuevo record de 12,2% -casi 20 millones de personas- que se duplica a un 25% de promedio entre los jóvenes.
La crisis no se limita a la perisferia. Holanda, que recortó el gasto como exigía Alemania, se encuentra en su tercera recesión desde 2009 y Francia, que ha encabezado una tímida alternativa a la austeridad, tiene una proyección de crecimiento negativo del 0,2%.
La misma Alemania ya no es lo que era: en el último trimestre de 2012 tuvo una contracción y el Banco Central germano recortó sus expectativas a un pálido 0,3%.
El peligro de implosión no es solo económica. Desde la rebelión alternativa en Italia de Beppo Grillo hasta la España de los indignados y la coalición de izquierda Syriza en Grecia hay cada vez más movimientos en contra de la actual política.
Según Kevin Dunning, analista global de la Unidad de Inteligencia del semanario británico The Economist, mucho dependerá de la economía.
"Estamos alertas a la posibilidad de una rebelión política. Por el momento lo que tenemos es un reto fragmentario en un país u otro que no es suficiente para poner el peligro la Eurozona. Todo depende de cómo progrese la economía", le indicó a BBC Mundo.
2. Estados Unidos
Estados Unidos y Europa constituyen casi la mitad del producto global: su recuperación será fundamental para el conjunto.
Si en la Unión Europea, dominada por la crisis de la eurozona, los signos no son auspiciosos, en Estados Unidos la economía creció un 2,2% en 2012, pero pende desde enero del mismo hilo que la eurozona: la austeridad fiscal.
Y es que en ese mes entró automáticamente en vigor el mecanismo conocido como secuestro –recorte de gastos y aumento impositivo– que requiere de un acuerdo del congreso para desactivarlo o sustituírlo por otro mecanismo.
El consenso es que este "secuestro" está podando entre un 1% y un 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Las proyecciones de crecimiento para este año son del 1,6%.
Según el codirector del Centre for Economic and Policy Research de Washington, Dean Baker, el problema es político.
"Estamos encadenados por esta contracción fiscal y no parece que haya voluntad política para salir de allí. Hasta septiembre no va a haber ningún movimiento en el congreso para llegar un acuerdo. Esto está parando la economía", le dijo a BBC Mundo.
3. China
China fue la primera economía que, gracias a una gigantesca inversión estatal, salió en 2009 de la crisis económico-financiera que provocó la caída del Lehman Brothers.
En 2010 y 2011 su economía fue uno de los motores global que atenuó la crisis de la eurozona.
El año pasado y este el panorama es distinto. En parte en respuesta a la crisis global, China está intentando cambiar su economía de un modelo basado en la exportación a otro más dirigido al consumo.
La economía tiene hoy proyecciones de alrededor del 7%, robustas aún, pero a bastante distancia de los dos dígitos de los últimos 30 años.
Peor aún una minoría de consultoras predicen una caída abrupta de la economía a un 3%, agobiada por la deuda de municipios y gobiernos y la explosión de la burbuja bancario-inmobiliaria que creó la masiva intervención pública de 2008-2009.
Según Dunning, el gobierno tiene recursos para evitar una caída abrupta.
"Hay suficientes fondos como para contrarestar esta posibilidad con nuevos programas de estímulo económico", le indicó a BBC Mundo.
Aunque China solo constituye el 10% del PIB global, estos cambios internos han tenido un gran impacto en el precio de las materias primas, especialmente sensible para América Latina.
El boom en los precios de años previos está, según Dunning, "terminado".
4 - Sistema financiero y bolsas
La crisis estalló por los excesos de un sistema financiero sobrendeudado.
La caída del Lehman Brothers en 2008 estuvo a un tris de provocar una corrida global y una sequía de los cajeros automáticos que hubiera dejado al mundo sin dinero, escenario digno de una película de ciencia ficción.
Está claro que hoy estamos bastante lejos de ese momento, pero ¿nos encontramos realmente a salvo?
"El sistema todavía está reestructurándose. Este proceso tomará hasta finales de la década. El punto débil es la eurozona", señaló Dunning.
Los bancos han aprovechado las bajísimas tasas de interés de los bancos centrales y la emisión de dinero electrónico ("quantitative easing") para refinanciarse y especular con los mercados financieros y las bolsas.
Las bolsas han conseguido valores históricos que han llevado a muchos a hablar de una nueva burbuja. ¿Qué pasa si esta también explota?
"El mercado puede caer un 15% sin que haya un colapso económico. Habría un impacto si la caída es del 50%", le dijo a BBC Mundo Baker.
5 - Los grandes enigmas
En su best seller "The Black Swan", Nassim Nicholas Taleb señaló que nadie pronosticó jamás ningún cambio importante de la historia.
El exministro de Defensa de Estados Unidos Donald Rumsfeld definió el problema diferenciando las entidades que conocemos, pero que no podemos prever (los "knowns unknowns") y las que no podemos predecir porque las desconocemos por completo ("unknowns unknowns").
"Entre los engimas que sí conocemos tenemos que ver qué pasa con el petróleo de esquito que podría cambiar la ecuación de los mercados energéticos y los flujos de capital a Estados Unidos. Otro engima interesante es qué pasará si hay un aumento de las tasas de interés y un relajamiento de la emisión electrónica de dinero", le comentó a BBC Mundo Dunning.
Las incógnitas absolutas (las que "desconocemos que desconocemos") forman parte de lo impredecible, desde crisis epidemiológicas hasta cataclismos ecológicos.
Es de esperar que el futuro no albergue uno de esos fenómenos arrasadores para una economía global que avanza sobre el abismo con el cuidado de un equilibrista apenas sostenido por un fino alambre de acero.
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