¿Qué pasó con los otros soplones de EE.UU.?
Edward Snowden, el analista que filtró información sobre el programa de vigilancia secreta del gobierno de Estados Unidos, pasó a formar parte de una lista de más de diez funcionarios estatales acusados de revelar al público documentos o información clasificada, según el Acta de Espionaje de 1917.
Este acta fue una ley originalmente promulgada para criminalizar y enjuiciar a individuos por ser infiltrados, informantes o espías pero no para encausar a los llamados "soplones" que denuncian lo que consideran que es fraude o abuso de las agencias del gobierno.
A pesar de que, al comienzo de su mandato, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, elogió y exhortó a aquellos individuos que se atrevían a denunciar las irregularidades -tildándolos de valientes y patrióticos- permitió que el Congreso excluyera a los empleados de las agencias de seguridad nacional e inteligencia del amparo de un acta que aumenta la protección de los soplones.
La lista incluye nombres emblemáticos como Bradley Manning, el soldado que filtró a WikiLeaks cientos de miles de correos electrónicos diplomáticos y otro material relevante a las guerras en Irak y Afganistán, hasta Daniel Ellsberg, el primer soplón enjuiciado por espionaje por entregar a los medios documentos del Pentágono sobre la guerra en Vietnam.
También hay figuras poco recordadas o desconocidas. La mayoría de éstas últimas fueron acusadas y procesadas por el gobierno de Obama.
Bradley Manning
Manning lleva más de tres años encarcelado esperando un juicio -recientemente iniciado- por haber pasado miles de cables diplomáticos y otro material clasificado sobre las guerras en Irak y Afganistán al sitio WikiLeaks mientras ocupaba el cargo de analista de inteligencia del ejército en Bagdad.
El material incluye un video tomado por desde un helicóptero Apache estadounidense disparando contra civiles en Irak, entre los que estaba un periodista de la agencia Reuters, mientras los pilotos se jactaban de su puntería.
Las filtraciones de Manning constituyen la más extensa publicación de material clasificado en la historia de EE.UU. y el gobierno de Obama sostiene que las acciones del acusado pusieron en peligro a varias fuentes militares y diplomáticas y, en general, la seguridad nacional.
Manning ya se declaró culpable de diez de los 22 cargos que se le imputan, entre ellos divulgar información clasificada sin autorización, que le representan por lo menos 16 años de cárcel aunque rechazó la imputación más grave, la de asistir al enemigo.
Su prolongada detención y las condiciones carcelarias mientras aguardaba juicio han sido objeto de controversia y severas críticas de organizaciones de derechos humanos que acusan a las autoridades de haberlo torturado, si bien éstas lo niegan.
Daniel Ellsberg
Fue el primer caso de un soplón enjuiciado por espionaje por la filtración de los llamados Papeles del Pentágono, en 1971, durante el gobierno de Richard Nixon.
Ellsberg era un analista militar que le entregó al diario The New York Times y a otras publicaciones documentos que revelaban cómo el público había sido engañado con respecto a la guerra de Vietnam.
Se trataba de un estudio secreto que Ellsberg había logrado fotocopiar, en el que se indicaba que las autoridades sabían desde muy temprano de la improbabilidad de ganar el conflicto y que continuar con ella ocasionaría muchísimas más bajas que las que reconocían.
El gobierno de Nixon intentó por varios medios de suprimir la publicación de los papeles en el diario neoyorquino, pero la Corte Suprema de Justicia dio permiso para hacerlo. Aunque Ellsberg no estaba mencionado como la fuente, el analista despareció de vista pocos días después a sabiendas de que la evidencia lo delataría.
En junio de 1971 se entregó a las autoridades declarando su responsabilidad en los hechos como un "ciudadano responsable" que ya no podía ocultar la información del pueblo estadounidense. Enfrentaba cargos de espionaje y de hurto que le representaban un máximo de 115 años de cárcel.
No obstante, en un fallo histórico, en 1973 el juez desestimó todas las acusaciones en su contra después de conocerse que el gobierno había actuado ilegalmente al conseguir evidencia para la fiscalía.
Hoy en día, Ellsberg es un autor y columnista que aboga por la libertad de expresión y forma parte de la red de apoyo de Bradley Manning.
Samuel Loring Morison
Durante el gobierno de Ronald Reagan, Morison trabajaba como analista naval civil en el Centro de Apoyo de Inteligencia Naval en Maryland, cerca de Washington, especializado en embarcaciones anfibias soviéticas.
En 1984, le entregó a una revista británica de asuntos militares -Jane's Defence Weekly- fotografías tomadas desde un satélite de un complejo naval de la entonces Unión Soviética.
Las imágenes mostraban la construcción de un nuevo portaaviones nuclear de la Unión Soviética, revelando las capacidades militares de ese régimen comunista.
Cuando fue arrestado, Morison dijo que había filtrado la fotografía para que los estadounidenses se enteraran de lo que estaban haciendo los soviéticos y así se garantizaría el incremento del presupuesto en defensa.
El gobierno de Reagan había intentado limitar las filtraciones de material del Estado y decidió hacer del caso una prueba ejemplar del Acta de Espionaje, por lo que convirtió a Morison en el primer empleado soplón del gobierno en ser procesado por pasar información a la prensa.
Se lo encontró culpable de dos cargos de espionaje y dos cargos de hurto de propiedad gubernamental. Fue sentenciado a dos años de prisión que apeló ante la Corte Suprema sin éxito.
El presidente Bill Clinton lo perdonó el 20 de enero de 2001, el último día de su presidencia, a pesar de las objeciones de la Central de Inteligencia, la CIA.
Lawrence Franklin
Lawrence Franklin era un funcionario del Pentágono durante el gobierno de George W. Bush.
En 2005 fue arrestado por filtrar información clasificada sobre la política exterior de Estados Unidos en Irán a miembros del Comité Israelí de Asuntos Públicos (AIPAC, por sus siglas en inglés), el grupo más poderoso en Washington que aboga por Israel.
El FBI lo acusó de revelar información secreta de la defensa nacional que estaba relacionada con posibles ataques contra las fuerzas de EE.UU. en Irak a dos individuos que luego fueron identificados como empleados de AIPAC. Los dos fueron luego despedidos por la organización.
Los abogados defensores alegaron que el gobierno no tenía por qué criminalizar el traspaso de un tipo de información que muchas veces se intercambiaba informalmente en Washington.
Franklin compareció ante el tribunal federal, donde fue imputado de cinco cargos relacionados al Acta de Espionaje, pero se le otorgó la libertad bajo fianza.
Eventualmente, en septiembre 2005, se declaró culpable de tres de los cargos y fue sentenciado a más de 12 años de prisión, que fueron reducidos a diez meses de arresto domiciliario y 100 horas de servicio comunitario.
En 2009, Franklin escribió que su objetivo nunca había sido filtrar documentos a un gobierno extranjero, sino evitar una entrada apresurada a una guerra en Irak mientras no hubiese una política realista hacia un Irán antagónico.
Jeffrey Sterling
Sterling era un empleado de la CIA, experto en Irán, con un alto nivel de seguridad que le permitía acceso a información sensible.
En 2005 demandó a la institución por discriminación racial tras ser despedido de su trabajo, en 2002, pero un juez desestimó el caso porque hubiese sido imposible probar la acusación sin que se divulgaran secretos de Estado.
No obstante, desde 2002 el gobierno federal investigaba a Sterling tras haber interceptado sus correos electrónicos y rastreado sus llamadas a un periodista de The New York Times.
En 2010, Sterling fue acusado de supuestamente haber pasado información sobre las actividades de la CIA contra el programa nuclear de Irán al reportero y escritor James Risen, autor de varios libros sobre las acciones del gobierno estadounidense, incluyendo "State of War" ("Estado de Guerra"), que echa una mirada crítica al desempeño de la CIA en Irán, así como a la presidencia de George W. Bush.
Su arresto sucedió en 2011 pero, durante una audiencia, se declaró inocente. El caso sigue pendiente.
Durante el gobierno de Obama, el Departamento de Justicia ha intentado en los tribunales obligar a Risen a comparecer en contra de Sterling.
Stephen Jin-Woo Kim
Stephen Jin-Woo Kim es un analista de la Oficina Nacional de Seguridad del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, uno de los principales centros de desarrollo e investigación en temas de seguridad interna y que es financiado por el gobierno pero operado por contratistas independientes.
A Kim se lo acusó de espionaje por supuestamente haberle informado a un periodista que Corea del Norte posiblemente detonaría una bomba nuclear.
El dato se lo dio a James Rosen para un reportaje emitido en 2009 en el canal Fox News.
Los observadores del caso dicen que el reportaje tiene poco valor noticioso, salvo informarles a los norcoreanos que Estados Unidos había logrado desarrollar una fuente de inteligencia dentro del gobierno de Pyongyang.
Los defensores de Kim argumentan que la revelación es tanto inocua como común en Washington y que los cargos en su contra son excesivos y no tienen precedente.
Uno de los argumentos resalta que el libro del famoso periodista Bob Woodward, "Las guerras de Obama", contiene información mucho más sensible que la que se acusa a Kim de filtrar.
Pero el caso ha sentado un precedente porque James Rosen ha sido encausado como coconspirador, una situación con serias implicaciones para el periodismo y los medios de comunicación.
Kim se declaró inocente y el caso sigue pendiente.
James Hitselberger
Este es uno de los individuos menos conocidos que han sido acusados bajo el Acta de Espionaje.
Hitselberger trabajó como lingüista en la Fuerza Naval de EE.UU., donde se desempeñó como traductor del árabe para la Quinta Flota en Bahréin.
Fue acusado de poseer ilegalmente información de defensa nacional después de que, supuestamente, se le encontraran documentos clasificados en su haber.
Aunque los fiscales no creen que estuvo involucrado en actividades de espionaje, sí se lo acusa de retirar material sensible del trabajo sin autorización.
El caso atrajo atención porque algunos de los documentos clasificados que había retirado durante los años terminaron en una colección de papeles que había donado al Instituto Hoover de la Universidad Stanford, en California.
En marzo de 2013, las autoridades federales añadieron otro cargo: el de retención ilegal de documentos.
Hitselberger está en libertad bajo palabra mientras espera el juicio y debe usar un grillo electrónico con GPS que detecta su paradero.
Cargos derogados
Ha habido tres casos que fueron desestimados por la justicia de EE.UU.:
- Thomas Drake fue acusado en 2010 de retener información clasificada sobre programas de vigilancia con le propósito de divulgarlos.
- Shamai Leibowits, un traductor del FBI, fue imputado por filtrar información de interceptaciones de la oficina de inteligencia a un bloguero.
- John Kiriakou, un exfuncionario de la CIA, fue acusado en 2012 por compartir información con un periodista sobre el polémico operativo conocido como "rendición extraordinaria", en el que sospechosos de terrorismo son entregados a terceros países que permiten interrogatorios extremos.
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