Por qué preocupa tanto el Deutsche Bank, el banco más grande de Alemania y el "más peligroso del mundo"
El mes pasado el Fondo Monetario Internacional (FMI) describió al Deutsche Bank como "el banco más peligroso del mundo".
Y desde entonces la amenaza del prestamista más grande de Alemania, el país más poderoso de Europa, parece ir en aumento.
Esta semana las acciones del banco tocaron un mínimo histórico en medio de las preocupaciones sobre su estabilidad: el viernes perdieron más del 8% de su valor y bajaron por primera vez de la marca de los 10 euros (US$11).
En este año la cotización del banco ya ha caído cerca de 58% desde su valor más alto en meses recientes, US$31 en noviembre pasado.
En mayo de 2007, antes de que se desatara la crisis bancaria, se cotizaban en casi US$111.
Algunos analistas aseguran que la nueva caída el viernes se debe a informaciones difundidas en los medios de comunicación que aseguran que algunos fondos de capital de riesgo están retirando fondos del Deutsche Bank.
El mismo viernes el presidente de la institución, John Cyran, intentó tranquilizar a sus 100.000 empleados con un correo electrónico en el que asegura que las finanzas de la firma son sólidas y resta importancia a las afirmaciones de los medios.
"En algunos medios se pueden leer rumores de que algunos fondos de capital de riesgo nos han abandonado", señala Cryan.
"Tenemos que considerar todo el panorama del banco -agrega-, el Deutsche Bank tiene más de 20 millones de clientes. Sigan trabajando como hasta ahora, somos y seguiremos siendo un banco fuerte".
Cryan también habla de "fuerzas" que quieren "debilitar la confianza" en el banco, con una "percepción distorsionada" que está provocando la caída de las acciones.
Sin embargo, la atribulada situación del Deutsche Bank sólo parece confirmar que la firma se ha convertido en el eslabón más débil de la cadena de instituciones financieras más importantes del mundo.
Multa
La causa inmediata de esta crisis es una multa de US$14.000 millones del Departamento de Justicia de Estados Unidos por las ventas de valores respaldados por hipotecas antes de la crisis financiera de 2008.
Y los inversores están cada vez más preocupados por su estabilidad y parecen estar reaccionando a los informes que se publican en medios alemanes de que la canciller Angela Merkel ha descartado un paquete de ayuda financiera estatal para la institución.
En realidad, la posición del gobierno alemán no es clara.
A principios de esta semana surgieron informes de que las autoridades tenían planes provisionales para rescatar a Deutsche, lo cual es políticamente impopular.
Pero Eckhardt Rehberg, portavoz de la comisión de presupuesto del Parlamento, perteneciente al partido CDU de Merkel, indicó que se opondrá a cualquier ayuda.
Tal como le dijo a la agencia Reuters: "En este momento, yo descarto cualquier ayuda de capital. Eso no sería el camino correcto".
Los problemas de Deutsche están teniendo un impacto en los valores bancarios en toda Europa, con pérdidas de hasta el 4% en las acciones de entidades británicas como Barclays y Royal Bank of Scotland, por citar algunos casos.
Riesgo global
Deutsche es mucho más pequeño que sus rivales de Wall Street, como JP Morgan y Citigroup. Pero tiene vínculos comerciales con todas las principales instituciones financieras del mundo.
Y los temores sobre la estabilidad del principal banco de la mayor economía de Europa están trayendo recuerdos de la crisis financiera de 2008.
Deutsche, que una vez fue calificado como "la gran bestia del mundo bancario", no está en posición de poder soportar el choque de la multa que enfrenta en Estados Unidos.
Tal como explica Simon Jack, editor de negocios de la BBC, la sanción "es casi el triple de la cantidad que Deutsche había separado para ese propósito y pondría a sus finanzas, ya debilitadas, bajo inmensa presión".
"Nadie espera que Deutsche pague esa suma de dinero, pero incluso la mitad le significaría un grave problema", dice Jack.
Lo que el acreedor más grande de Alemania necesita, dice el editor de la BBC, es más capital y éste sólo puede surgir de tres fuentes.
Opciones
Una de ellas, que ya empezó a tramitar, es la venta de sus participaciones. Para fines de añoEspera vender su porcentaje accionario en un banco chino.
Pero con esto sólo recaudaría unos US$4.000.
Otra fuente de ingresos es vender más de sus títulos.
"Con esto sólo reduciría aún más el valor actual de sus acciones y esto es algo que hasta ahora se ha resistido John Cryan porque sería otra píldora amarga para los inversores que ya se han tragado pérdidas masivas", explica Simon Jack.
La tercera opción, y al parecer cada vez más remota, es la ayuda del gobierno alemán.
Ocho años después de la crisis bancaria sería una medida extremadamente impopular e incluso quizás ilegal bajo las regulaciones de Estados Unidos.
Más peligroso
Los expertos, sin embargo, esperan que surja algún tipo de acuerdo para ayudar al banco.
Uno de ellos es la posibilidad de una posible fusión con su principal rival, Commerzbank, que también tiene sus propios problemas financieros.
El segundo prestamista de Alemania anunció planes para cortar casi 9.000 empleos, un 20% de su plantilla, para llevar a cabo una modernización en momentos en que, al igual que el resto de la banca europea, enfrenta tasas de interés muy bajas o negativas.
La otra posibilidad, afirman los analistas, es que el gobierno alemán ejerza presión a las autoridades estadounidenses para que reduzcan la multa.
Si todas estas opciones se descartan o fracasan, el banco más peligroso del mundo se volverá realmente peligroso.
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