El increíble regreso de la ciclista holandesa que se pensó había muerto en las Olimpiadas de Río 2016
Si no recuerdas el nombre, quizás te acordarás del aparatoso accidente: la rueda de atrás levantada como si fueran las patas traseras de un potro salvaje; la ciclista hace una contorsión y da un salto mortal hacia adelante; cae sobre sus hombros, derrapa, sale de la carreta, gira hacia el frente y queda torcida sobre el borde del andén, como una muñeca de trapo que fue lanzada desde la ventana de un auto.
Annemiek van Vleuten no se acuerda del resto: la bicicleta dio volteretas hacia los árboles; un silencio sepulcral seguido de voces asustadas; el ruido de los rivales que arrasaban a su lado, uno por uno.
Esa es una forma de borrar el recuerdo de un sueño olímpico destrozado.
"Recuerdo que yo llevaba una ventaja sobre mis contrincantes y pensé: 'bueno, no es necesario ir como loca cuesta abajo'", le dice a la BBC la ciclista holandesa de 33 años, quien iba en la delantera de la prueba de ruta en Rio cuando ocurrió el accidente.
"Entonces comenzó a llover un poco, así que realmente estaba siendo muy cuidadosa. Pero la curva me sorprendió y no la tomé adecuadamente. Lo siguiente que recuerdo es que desperté en la cama de un hospital y mi madre estaba en el teléfono".
En su país, Holanda, la pobre señora Van Vleuten había estado mirando la carrera el día de su cumpleaños. Así es la agonía que estos atletas de élite provocan a sus padres.
¿Y qué decir de nosotros, los televidentes? Eso no era lo que estábamos esperando cuando encendimos nuestras TV para mirar un poco de entretenimiento deportivo sano.
¿Y sus compañeros de equipo? Cuando Anna van der Breggen dobló la curva pensó que Van Vleuten estaba muerta.
Pero como estas eran las Olimpiadas, Van der Breggen no pensó en detenerse y siguió pedaleando para ganar el oro.
Esta entrevista no tuvo lugar en el hospital, ni en Holanda. Dos semanas después del accidente que se escuchó en todo el mundo, Van Vleuten volvió a montar su bicicleta.
No le importaron las tres fracturas en su espalda, la severa conmoción cerebral, la madre preocupada. Había otras carreras que ganar.
"La primera semana realmente estaba luchando con la idea de que estaba por ganar el oro y cometí ese error tan estúpido. Pero después me di cuenta de que pensar así no me iba ayudar a sentirme mejor. Así que comencé a trazarme nuevos objetivos", dice Van Vleuten.
"Las tres vértebras rotas no estaban en un lugar peligroso en mi espalda, sólo al lado, y nunca tuve síntomas serios por la conmoción cerebral. Como ciclista estás acostumbrada a estrellarte al menos una o dos veces al año, es parte de la ocupación".
Determinación
Casi un mes después de que sus esperanzas olímpicas quedaron aplastadas, Van Vleuten ganó su primera etapa, el prólogo del Tour de Bélgica.
Tres días después, Van Vleuten se adjudicó el título general con una emocionante ejecución en la última etapa.
"Es una especie de milagro pero me lo esperaba", dijo Van der Breggen, quien aparentemente es una mujer que difícilmente se conmueve.
"Ella es realmente fuerte. Así es Annemiek".
Y también posee opiniones fuertes.
Cuando se le preguntó cómo se sentía después de que se le permitió a la británica Lizzie Deignan (o Armitstead, su nombre de soltera) competir en la carrera olímpica de carretera después de no haberse presentado a tres pruebas de dopaje en un año, Van Vleuten estalló.
"Me indigné porque las regulaciones son para todos y no puedes hacer excepciones. Es parte del trabajo, tienes que tomarlo con seriedad. No presentarte a tres pruebas en un año es algo excepcional, realmente una enorme hazaña. Quizás porque ella es la campeona mundial ellos hicieron una excepción, y yo no creo que eso sea justo".
Van Vleuten también es igual de directa en el tema de la desigualdad en el ciclismo, y aboga para que haya un equivalente femenino para cada una de las carreras masculinas.
"Lo que ayudaría es que tuviéramos más tiempo en la televisión. Eso ayudaría a conseguir más patrocinadores y más público que nos mirara y disfrutara. La carrera de carretera (femenina) en Rio fue un buen ejemplo de eso, estaba al mismo nivel de la carrera de hombres".
Hacia adelante
Al ritmo actual, la igualdad llegará al ciclismo mucho tiempo después de que Van Vleuten haya pedaleado su última carrera y colgado sus bicicletas.
Las ciclistas ganan una fracción de lo que los hombres obtienen y la oportunidad para que ellas compitan un día en el Tour de Francia no es más que una palmada condescendiente de las autoridades de ciclismo.
Pero igual que a Van Vleuten no le gusta mirar hacia atrás, tampoco le gusta mirar demasiado adelante. Y eso tiene mucho sentido considerando lo que ocurrió en Rio.
"Después de las Olimpiadas de Londres yo no estaba pensando solo en Rio. El ciclismo tiene muchas carreras atractivas, como el Tour de Flandes (que Van Vleuten ganó en 2011 y Armitstead este año), que es una carrera súper hermosa para ganar".
"Yo sólo veo las cosas un día a la vez, y año con año".
Lo que sigue para Van Vleuten es el Campeonato Mundial en Qatar, que comienza este domingo y que competirá junto con Van der Breggen en la prueba de contrarreloj por equipo y la de ruta.
Se espera que compita contrarreloj en temperaturas que alcanzarán los 40ºC, de manera que es bueno que ella se esté centrando en el lado positivo.
"Se me dificulta dar entrevistas que siempre se centran en hablar sobre el accidente, porque eso es algo que ya he aceptado y no quiero volver a mirar eso".
"Prefiero pensar en la parte anterior, la parte cuando yo iba cuesta arriba y pedaleando de forma tan excelente, mejor de lo que había hecho antes".
"Esa es una parte que es muy agradable volver a mirar. Estoy orgullosa de lo que hice. Ese día en Rio fue realmente especial".
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