Por qué la controversia por el video de Trump y su trato a las mujeres es más dañina que ninguna otra
Hace un par de semanas, después de la controversia por sus calificativos para con la ex Miss Universo Alicia Machado, sugerí que el candidato republicano dejara de meterse con nuestro peso.
Ahora, y casi no puedo creer que estoy escribiendo esto, sugiero que deje nuestras vaginas en paz.
Un día después de que se conociera un video en el que afirma que podría tener a cualquier mujer que quisiera porque es una estrella y "agarrarlas por el c...",Trump está en un auténtico hervidero político.
Lo suficientemente caldeado, muy posiblemente, como para acabar con cualquier posibilidad de que gane la carrera por la Casa Blanca.
¿Por qué este video en particular, y no la miríada de otras controversias que lo han plagado en semanas recientes?
Primero, analicemos lo que dice. Hay algo particularmente sexista -y yo diría que abusivo- en esta grabación.
Para muestra, lee este extracto:
-"Cuando eres una estrellas, te dejan hacerlo. Puedes hacer cualquier cosa".
-"Lo que quieras", dice el entrevistador.
-"Agarrarlas por el c..., puedes hacer cualquier cosa", responde Trump.
Un problema generalizado
Es la forma en que Trump deja ver que concibe a las mujeres como un pedazo de carne, algo que él quiere, toma y descarta, lo que resulta tan dañino.
Encuestas (del gobierno de Estados Unidos y de la ONU) sugieren que una de cada cinco mujeres en Estados Unidos es víctima de violación o intento de violación, y que un increíble 83% de las chicas sufre de acoso sexual en la escuela.
Trump no es culpable de haber cometido ninguno de esos delitos, pero su lenguaje es exactamente el tipo de lenguaje que da pie para que hombres y chicos sientan que está bien abusar de las mujeres.
Hay una violencia en la frase "agarrarlas por el c..." y "puedes hacer cualquier cosa" que cualquier víctima de abuso en el mundo reconocería, y que le revolvería el estómago a cualquier mujer en el mundo.
Restarle importancia al video como "bromas de vestuario" e insinuar que la gente que se siente ofendida está haciendo un escándalo por poca cosa; o decir, como hizo en su extraña disculpa del sábado en la noche, que se trata de una distracción, agrava el problema.
Pero el video no solo ofendió a las mujeres, a juzgar por la reacción en el partido Republicano; ha ofendido a muchos hombres también.
Aunque si eso va a traducirse en que le retiren el apoyo, está por verse.
Más mujeres que mexicanos
Trump ha denigrado de otros en el pasado. Sus comentarios sobre los musulmanes y los mexicanos han sido quizás igual de grotescos y muchos, incluyendo a algunos republicanos, han sugerido que lo descalifican como candidato presidencial.
Pero no todos en Estados Unidos, sin embargo, conocen a un musulmán o a un mexicano.
Todo el mundo, sin embargo, tiene madre. Y mucha gente, muchos votantes, tienen esposas, hermanas o hijas.
Esa es la razón por la que este video toca una fibra muy sensible, con los dos sexos, de manera que no han hecho afirmaciones previas.
El momento de decir no
El que hombres poderosos utilicen su posición para obtener favores sexuales no es nada nuevo, incluso en la Casa Blanca. John F. Kennedy y Bill Clinton abrieron ese camino.
Hoy algunos de los simpatizantes de Trump están argumentando que quienes votaron por Bill Clinton no tienen derecho a sentirse ofendidos por Trump.
Yo he criticado la forma en que Bill Clinton trata a las mujeres y el papel de Hillary Clinton en protegerlo, pero esos simpatizantes no están entendiendo el punto.
En el año 2016, ¿no queremos más de nuestros líderes que otro hombre que cree que obtener favores sexuales de quien él quiera y cuando él quiera es uno de los beneficios del poder? Por mis dos hijas, yo sí.
Cómo logrará Trump salir de ésta no parece claro. No le gusta disculparse. Se ha ufanado de que nunca lo ha hecho.
Y sin embargo, publicó una declaración grabada en la que afirma: "Dije lo que dije, estaba equivocado y me disculpo".
A continuación en el video, ataca el expediente de los Clinton. Así que la noche del domingo, cuando se enfrente en un debate con Hillary Clinton por segunda vez,¿sacará a relucir el affair de Bill Clinton y el papel de Hillary en el trabajo de desacreditar a la mujer involucrada, o no hablará de sexo para nada?
En el pasado, Trump no ha podido resistir la tentación de responder cuando lo atacan. Así que, sin importar lo que sus asesores le hayan advertido, sospecho que vamos a ver más de esto la noche del domingo en St Louis.
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