La guerra que viene por el control de Los Zetas
Apenas corría el rumor sobre la captura de Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, una pregunta surgió en redacciones de medios y escritorios de especialistas: ¿y ahora qué va a pasar con Los Zetas?
La duda parecía pertinente. En pocos años el cartel se ha convertido en uno de los más poderosos y violentos de América Latina, que realiza operaciones en Europa y Centroamérica.
El especialista Ricardo Ravelo, director de la revista Variopinto, afirma que la organización es la segunda más importante del país, por debajo del Cartel de Sinaloa que encabeza Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
En México, Los Zetas tienen presencia en casi la mitad del territorio, y dominan varias actividades delictivas como la piratería, secuestro, tráfico de migrantes y prostitución.
Un mercado muy grande que fue conquistado con base en la violencia, y que de esa forma será disputado por los jefes de la organización. De acuerdo con especialistas se puede esperar una cruenta lucha interna para ocupar el sitio del Z-40.
"Podría haber un baño de sangre", afirma Ravelo. "Utilizan el horror, la saña, no sólo para controlar territorios sino para imponer miedo", dijo el especialista al noticiero Primera Emisión de MVS.
Sin embargo, a pesar de esta eventual guerra interna, el Cartel tiene capacidad de reorganizarse y mantener sus actividades, afirma Ravelo.
Los Zetas seguirán en activo, coinciden otros especialistas, aunque no está claro el costo que pagarán por ello.
Kaibiles
La violencia es una de las características que distingue al cartel de Los Zetas, y que le permitió crecer en poco tiempo dentro de un entorno controlado por organizaciones más grandes.
El método es utilizado no sólo para enfrentar a los rivales sino para anunciar su llegada a pueblos y ciudades. Así ocurrió con la prostitución en varios estados del país, según le cuenta a BBC Mundo un activista que trabaja con prostitutas.
"Llegan a una ciudad y reúnen a dueños de bares y a quienes controlan a las mujeres que prostituyen. Enfrente de ellos matan a uno o dos, al azar, y luego les dicen de cuánto es la cuota que deben pagar para seguir vivos y en el negocio".
Una parte de esa "táctica de terror" la aprendieron Los Zetas con los desertores de los kaibiles –grupo de élite del ejército de Guatemala- a quienes contrataron, explica Ravelo.
Al Z-40 se le considera uno de los más avezados en estas tareas, pero no es el único. Otros jefes de la organización también aplican la violencia como estrategia.
A esto se suma la forma como se construyó la organización, con líderes regionales que a su vez controlan a jefes de unidades más pequeñas, llamadas Estacas, que son las responsables de las operaciones en sus territorios.
El resultado puede ser la "balcanización" del Cartel, advierte un análisis de Insight Crime. Y en esta batalla no está claro quién será el sucesor de Treviño Morales.
El Chapo
Omar es el hermano menor del Z-40, y el único que permanece en libertad. La agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA, lo mantiene en su lista de los delincuentes más buscados, y ofrece por su captura una recompensa de US$5 millones.
Algunos analistas dicen que el Z-42, como se le conoce, puede aspirar al mando del cartel, pero al mismo tiempo dudan que tenga la fuerza suficiente para conseguirlo.
"Omar es muy joven y además hay otros líderes que están más metidos en el tema", le dice a BBC Mundo Alberto Islas, director de la consultora Risk Evaluation.
El especialista señala por ejemplo a Mario Alfonso Cuéllar Salazar, uno de los jefes más peligrosos de la organización, quien puede iniciar una disputa por el mando.
Algunos medios, como el portal Animal Político mencionan a otros posibles contendientes, como Sergio Ricardo Basurto Peña, "El Grande", Maxiley Barahona Nadales, "El Contador" o Román Ricardo Palomo Rincones, "El Coyote".
Pero más allá de la disputa interna, Islas añade un nombre a la batalla: Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
"El Cartel de Sinaloa va a llegar otra vez a pelear por Nuevo Laredo y a decir: van a estar conmigo por las buenas o por las malas. Lo que sigue es un nuevo enfrentamiento".
Esta guerra ya se vivió. En 2005 Guzmán Loera trató de apoderarse de esa ciudad de Tamaulipas, ubicada en la frontera con Estados Unidos y por donde cruza una tercera parte del comercio binacional.
La disputa inició la guerra entre carteles que aún permanece. Esa vez el Cartel del Golfo, auxiliado por el grupo original de Los Zetas, derrotó a El Chapo. Pero ahora, dice Islas, la moneda está en el aire.
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