Mostrando entradas con la etiqueta Japón. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Japón. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de enero de 2014

Nueva isla volcánica de Japón crece 30 veces su tamaño en tres meses

Nueva isla volcánica de Japón crece 30 veces su tamaño en tres meses

Nueva isla en Japón
La isla surgió en noviembre, tras una poderosa explosión de un volcán submarino.
¿Qué es mejor que tener una nueva porción de territorio? Que ésta crezca tanto que obligue a cambiar los límites de la zona económica marítima del país que es su dueño.
Esto es lo que está a punto de pasarle a Japón: en noviembre pasado, el territorio nipón se agrandó de manera inesperada con el surgimiento de una isla en aguas del océano Pacífico, después una poderosa explosión subacuática.
Ahora, el flamante islote está creciendo a una velocidad tal que haría necesario expandir la zona económica marítima exclusiva de Japón.
La formación, generada por la lava acumulada de un volcán submarino y ubicada a unos 1.000 kilómetros al sur de Tokio, es más de 30 veces más grande que cuando emergió a la superficie, en noviembre pasado.
Y las mediciones han generado entusiasmo en Japón, donde se pronostica que la expansión de la zona marítima tendrá efectos positivos en la economía.

"Señal de Dios"
Cuando surgió, los científicos se mostraron escépticos: pensaron que el diminuto islote sería "lavado" por las aguas en cuestión de días.
Pero el paso de los meses ha probado lo contrario: la acumulación de sedimentos de sucesivas explosiones submarinas ha hecho crecer sin pausa a la isla.
Y su curiosa expansión también ha tenido extrañas repercusiones más allá del país asiático.
En Estados Unidos, un grupo religioso afirma que la isla es una "manifestación de Dios" y "un llamado a que los pecadores se arrepientan".
Otros, en cambio, tienen una preocupación más liviana: tras la circulación de fotos en internet cuando apareció por primera vez, el islote había sido apodado Snoopy, por la semejanza de su contorno con el perro compañero de Charlie Brown en la popular historieta de Charles M. Schulz.
Ahora, con el crecimiento acelerado y el cambio de forma, muchos anticipan que pronto hará falta cambiarle el apodo.

martes, 26 de noviembre de 2013

La peligrosa disputa entre China y Japón

La peligrosa disputa entre China y Japón

Archipiélago de Sekaku (Japón), Diaoyu (China)
La Zona de Identificación de Defensa Aérea china sobre las islas en disputa 
entró en vigencia el sábado.
La declaración china de una "zona de identificación de defensa aérea" sobre las islas en disputa en el mar de China Oriental, es el más reciente paso de Pekín para hacer valer sus pretensiones sobre las islas conocidas como Senkaku, en Japón, y Diaoyu en China.
El secretario de defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, describió la medida como "un intento de desestabilización para alterar el status quo en la región".
El sábado, casi como subrayando los riesgos que implicaba la decisión, autoridades japonesas anunciaron que tenían listos dos aviones de caza F-15 para interceptar dos aviones de vigilancia chinos que se acercaban a las islas.
La política más firme de China y la aparente voluntad de Japón de contenerla, aumenta la posibilidad de provocar un conflicto más amplio, que sería más por accidente que por diseño.
Todos los puntos de fricción necesarios están ahí. En enero Japón había insistido en que una fragata china apuntó su radar de tiro contra un buque de guerra japonés cerca de las islas en disputa. China negó el hecho.
En los últimos meses Japón ha enviado un número récord de aviones de guerra a interceptar los que considera intrusos chinos.
Tanto China como Japón, además, han desplegado ejercicios militares que simulan la toma o la defensa de islas remotas.
Después de haber buscado establecer líneas de demarcación en el mar, China ahora busca hacerlo en el aire.
El resultado podría ser de gran inestabilidad y con el peligro siempre presente de que un incidente entre buques de guerra o aviones pueda precipitar un conflicto localizado entre China y Japón.
Con las consecuencias siempre de que una escalada en el conflicto termine atrayendo a otras potencias.
Mar de China Oriental

"Carta maestra"

Islas en disputa

  • El archipiélago está formado por cinco islas deshabitadas y tres arrecifes
  • Japón, China y Taiwán reclaman su soberanía, pero son controlados por el Japón y hacen parte de la prefectura de Okinawa
  • El empresario japonés Kunioki Kurihara era dueño de tres de las islas pero se las vendió al a Japón en septiembre de 2012
  • Las islas habían sido también el centro de una disputa diplomática importante entre Japón y China en 2010.
Aunque China lleva a cabo una rápida modernización de sus fuerzas aéreas y navales, en un conflicto localizado podría estar en desventaja en comparación a la moderna y probablemente más capaz flota japonesa.
La cuestión real es cómo podría manejarse esa crisis. Cómo podría contenerse, y de hecho, si esa contención sería posible.

Zonas de Identificación Aérea

  • Las zonas no necesariamente coinciden con el espacio aéreo, el territorio soberano o reivindicaciones territoriales.
  • Los estados definen zonas y estipulan las reglas que las aeronaves deben obedecer. Su base jurídica no es clara.
  • Durante la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. estableció un perímetro aéreo y ahora mantiene cuatro zonas separadas en Guama, Hawai, Alaska y la zona continental contigua.
  • Reino Unido, Noruega, Japón y Canadá también tienen zonas de identificación aérea.
Al respecto hay una preocupación creciente de que las herramientas tradicionales de manejo de crisis puedan ser menos efectivas que en el pasado.
A principios de noviembre se realizó un ejercicio de guerra en el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, un centro de investigación estadounidense, en el que se simuló un escenario que involucraba a China y Japón.
El enfoque del juego era ver cómo EE.UU. reaccionaría ante la crisis. A medida que la situación se iba complicando entre China y Japón, los diferentes jugadores que estaban actuando en sus roles de altos oficiales estadounidenses, se resistieron a utilizar el poder militar de EE.UU. ante el miedo de que la crisis empeorara.
Pero luego, los jugadores que representaban a los chinos comenzaron a escalar el juego de guerra de manera significante. Misiles de largo alcance chinos fueron puestos en alerta máxima y tropas fueron despachadas a las islas en disputa.
EE.UU se vio forzado a actuar. Se hizo la recomendación de enviar dos grupos de porta-aviones listos para actuar en el Mar de China Oriental.
En este punto se creyó que la simulación de guerra habría terminado; EE.UU jugó su carta maestra con los pesos pesados de su poderío naval, asumiendo que así la crisis se disiparía.
Pero Robert Haddick, experto estadounidense en estrategia que sigue muy de cerca los acontecimientos en la región advirtió que tales suposiciones son obsoletas.
Protestas en Japón
Las islas conocidas como Senkaku, en Japón y Diaoyu en China, se encuentran bajo el control de Japón pero su soberanía es reclamada también por Taiwán y China.
En el pasado, según dice, el envío de grupos de portaviones era visto como la jugada maestra en la escalada del conflicto, porque había muy poco que los potenciales adversarios pudieran hacer.

Antídoto

Sin embargo, la creciente estrategia china de negación de acceso busca explícitamente poner esos activos estadounidenses en peligro.
Misiles balísticos antibuques de alto alcance están diseñados para atacar a los porta-aviones de EE.UU..
En el futuro, el despacho de uno o dos porta-aviones podría no ser suficiente para contener la crisis, advierte Haddick.
Puede más bien incentivar a China a que los ataque.
Las crecientes tensiones entre China y Japón son sólo un aspecto de los enfrentamientos en la región, que pueden estar empeorando por cuenta de las estrategias chinas y estadounidenses.
Un antídoto es mejorar el entendimiento entre los militares de EE.UU. y China, tema en el que ha habido algún progreso recientemente.
Pero en el sentido amplio la doctrina estratégica de EE.UU. en la región –apodada "Batalla Naval Aérea", parece diseñada para contener el creciente poder militar chino, mientras la estrategia china de negación de acceso parece apuntar a obstaculizar la capacidad de las fuerzas aéreas y navales de EE.UU para hacer intervenciones significativas en las aguas que considera como su jardín trasero estratégico.
Es por esto que un enfrentamiento chino-japonés le pone a tantos expertos los pelos de punta.

viernes, 31 de mayo de 2013

Secretos de un hombre que nació en el siglo XIX y sigue vivo


Secretos de un hombre que nació en el siglo XIX y sigue vivo

El antiguo cartero japonés Jiroemon Kimura atribuye sus 116 años a una dieta consistente en comer sólo el 80% de lo que le apetece

Secretos de un hombre que nació en el siglo XIX y sigue vivo
El antiguo cartero japonés Jiroemon Kimura, cuando tenía 115 años / Guinness World Records

AGENCIA MATERIA


En 1897, el escritor Bram Stoker publicaba su novela Drácula, Bayer producía por primera vez la aspirina, Guglielmo Marconi patentaba la radio y “Thomas Edison”: http://elcomercio.pe/tag/247854/thomas-alva-edison registraba el quinetoscopio, precursor del cine. Aquel mismo año nacieron el escritor estadounidense William Faulkner, el ministro nazi Joseph Goebbels y el director de cine Frank Capra. Todos estos hechos y personajes pasaron a la historia hace mucho tiempo, pero en 1897 también nació el japonés Jiroemon Kimura. Y sigue vivo.

Tras la muerte el 23 de mayo de James Sisnett, nacido en Barbados en 1900, Kimura, un antiguo cartero, se ha convertido en el único hombre conocido que nació en el siglo XIX y permanece con vida, según el registro del Grupo de Investigación en Gerontología de EEUU. Tiene 116 años. Su secreto, según ha declarado Kimura a la prensa local, es el hara hachi bu, una tradición confuciana que consiste en algo así como comer sólo hasta que estás lleno al 80%. Pero, por desgracia para los que son más jóvenes que Kimura, es decir el resto de la humanidad, no todo es tan sencillo.

Kimura es el ser humano más viejo del planeta y una excepción en la cumbre de los supercentenarios, los individuos con 110 años o más. Las otras 20 personas nacidas en el siglo XIX que siguen vivas son mujeres. “Sólo conocemos tres ventajas para llegar a ser supercentenario: ser mujer, vivir en un país desarrollado y haber nacido en esta época contemporánea, no en el siglo XVII, por ejemplo”, resume el alemán Heiner Maier, demógrafo del Instituto Max Planck y coautor de la monografía científica Supercentenarios. Kimura, evidentemente, no tiene una de las tres ventajas o lo disimula muy bien.

MUJERES DELGADAS NO FUMADORAS
“Sabemos lo que tiene que hacer una persona de 30 años para vivir más: no fumar, no comer en exceso, hacer ejercicio, ponerse el cinturón de seguridad en el coche, hacerse regularmente chequeos médicos. Pero en los supercentenarios estos patrones ya no son válidos. Es muy difícil conocer sus secretos”, explica Maier.

La persona más longeva cuya edad se ha verificado es la francesa Jeanne Calment. Murió en 1997, con 122 años. Vivió toda su vida en la ciudad de Arlés y, según su relato, allí conoció al pintor Vincent van Gogh, que viajó al sur de Francia en busca de su luz y sus colores explosivos. “Era feo, estaba arrasado por el alcohol y frecuentaba los burdeles”, recordaba Calment en sus últimas entrevistas, pese a que el pintor había muerto más de un siglo antes, en 1890. Cada día, la francesa bebía un vaso de oporto, se fumaba un cigarrillo y comía chocolate. “Mantén siempre tu sentido del humor. A eso atribuyo mi larga vida. Creo que me moriré riendo”, decía. Una de sus bromas era conocida en todo su pueblo: “Nunca he tenido más que una arruga, y estoy sentada encima de ella”.
Un grupo de investigadores, encabezado por Bernard Jeune, de la Universidad del Sur de Dinamarca, ha estudiado las biografías de las personas que, como Kimura y Calment, han superado la increíble barrera de 115 años. Sólo reconocen unos 20 casos desde 1990. “Las travesías vitales de estas personas muy ancianas difieren mucho y casi no tienen características comunes, aparte del hecho de que la gran mayoría son mujeres (sólo dos son hombres), la mayor parte fumaba muy poco o nada en absoluto y nunca estuvieron obesos”, apuntaban en el libro Supercentenarios. “Sin embargo, todos ellos parecen haber tenido poderosas personalidades, pero claramente no todas eran personalidades dominantes”, añadían.

BRANDY, LECHE DE BURRA Y LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Cada supercentenario creía tener una llave diferente para la inmortalidad. La inglesa Charlotte Hughes, una antigua profesora de una escuela religiosa, fallecida en 1993 con 115 años, creía que su truco para esquivar a la muerte era “un estilo de vida saludable, un brandy fuerte, beicon y huevos”. Y cumplir a rajatabla los Diez Mandamientos. En cambio, la ecuatoriana María Esther Capovilla achacaba su edad a haber bebido mucha leche de burra. Murió en 2006, dos semanas antes de cumplir 117 años.

Cuando la estadounidense Sarah Knauss falleció en 1999 con 119 años, uno de sus tataranietos ya había tenido un hijo. Los demógrafos del Instituto Max Planck creen que es la segunda persona que más ha vivido en el planeta. Nunca fumó, se relamía con el chocolate y odiaba comer verdura.

El danés Chris Mortensen fue un caso insólito. Murió en 1998 a la edad de 115 años. Cuando cumplió 113, un grupo de científicos, entre ellos Bernard Jeune, le regaló una caja de puros. Llevaba fumando pipas y puros casi un siglo, pero no se tragaba el humo. Su secreto, decía, era “comer bien”.

La neerlandesa Hendrikje van Andel-Schipper, por su parte, falleció en 2005 a los 115 años. Atribuía su larga vida a comer arenque crudo y beber un zumo de naranja cada día. El puertorriqueño Emiliano Mercado del Toro, en cambio, creía que su secreto era comer bacalao, harina de maíz cocida y beber leche de coco. “Nunca he dañado mi cuerpo con licores”, afirmaba antes de morir en 2007, con 115 años. Cuando EEUU arrebató la isla de Puerto Rico a España en 1898, Emiliano estaba allí de testigo.

MACACOS A DIETA
En apariencia, cada supercentenario es un mundo. El hara hachi bu de Kimura, por lo tanto, tendrá que esperar para ser declarado el elixir de la eterna juventud. “Comer raciones pequeñas puede ser una manera de vivir más tiempo, o no. Simplemente, no lo sabemos”, sentencia Heiner Maier.

El español Rafael de Cabo lleva 13 años trabajando en el Instituto Nacional del Envejecimiento de EEUU, en Baltimore. Allí participó en un largo estudio realizado con 120 macacos durante 28 años. La mitad vivió con una ingesta de calorías un 30% menor a la de la otra mitad de los monos. En 2012 los investigadores publicaron sus conclusiones en la revista “Nature”. “La restricción calórica mejora la salud, pero no tiene por qué alargar la vida”, resume De Cabo. Los macacos que comieron menos tardaron más en desarrollar las enfermedades típicas del envejecimiento, pero no vivieron más tiempo. La teoría es que el metabolismo de los alimentos produce moléculas inestables, los llamados radicales libres, que acaban dañando las moléculas vitales para el organismo, como el ADN.

Sin embargo, sus resultados contrastan con otro estudio que se lleva a cabo en el Centro Nacional de Investigación con Primates de Wisconsin. Allí, un grupo de científicos liderado por Richard Weindruch anunció en 2009 que el 80% de los macacos sometidos a una dieta con un tercio menos de calorías seguía viviendo tras 20 años, frente al 50% de los macacos que comían sus raciones enteras. En general, los monos del primer grupo presentaban un riesgo tres veces menor de padecer cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.

Los dos equipos de investigadores tratan ahora de averiguar por qué llegaron a resultados tan diferentes en experimentos tan parecidos. Por ejemplo, en el ensayo de Baltimore, los monos comían dos veces al día. En Wisconsin, sólo una. “El sospechoso al que todo el mundo apunta es la sacarosa. En Wisconsin, la cantidad de estos azúcares purificados en la dieta era mayor”, señala De Cabo.

EL CASO DE OKINAWA
La baja ingestión de calorías también se apunta como una de las responsables de la longevidad extrema observada en la región japonesa de Okinawa, donde viven 740 personas centenarias en una población de 1,3 millones de habitantes, según el Ministerio de Salud de Japón. Es la proporción de centenarios más alta del planeta.

El sociólogo español Juan Manuel García González cree que detrás de la longevidad de los supercentenarios se encuentra “una combinación del estilo de vida, los genes y la suerte”. García recuerda estudios que estiman que los genes son responsables sólo en un 25% de la longevidad de una persona. El sociólogo, que también participó en el libro Supercentenarios, recalca la dificultad de verificar la edad real de un supercentenario, sobre todo en países como China e India, donde no suelen existir registros de nacimientos tan antiguos. Por eso los supercentenarios conocidos se concentran en Japón, EE.UU. y algunos países europeos, donde sí hay buenos archivos.

García tuvo la oportunidad de hablar con una supercentenaria, la española Manuela Fernández-Fojaco, que murió en 2009 con 113 años. “Nos dijo que su truco era bailar la vida”.

Mi lista de blogs