Elecciones de Estados Unidos: Donald Trump derrota a Hillary Clinton y será el próximo presidente de Estados Unidos
Donald Trump será el próximo presidente de Estados Unidos.
Después de una controvertida campaña y contra lo que auguraban las encuestas, el candidato del Partido Republicano se impuso a la demócrata Hillary Clinton en las elecciones de este 8 de noviembre.
Trump ganó 278 delegados en el Colegio Electoral contra los 218 que se adjudicó Clinton.
El magnate neoyorquino ganó con un incendiario discurso antiinmigración, de proteccionismo nacionalista en lo económico y contra lo que llamó las elites de la clase política en Washington DC.
El agrio tono general de la campaña Trump contrastó con el un discurso conciliador que dio nada más confirmarse su victoria.
Trump dijo que la propia Clinton lo había llamado para felicitarlo y para reconocer su derrota. La campaña de la ex secretaria de Estado confirmó que no saldrá a hablar.
"Le debemos a ella una deuda de gratitud por su servicio a nuestro país", dijo su contrincante.
"Es tiempo para cicatrizar las heridas de la división", dijo Trump. "Le prometo a todos los ciudadanos de este país que seré el presidente de todos los estadounidenses, y eso es muy importante para mí".
Polémica campaña
En una polémica candidatura, Trump llegó a la presidencia con la promesa de construir un muro en la frontera con México que, según insistió, va a pagar su vecino del sur.
También dijo que acabará con la reforma sanitaria del presidente Barack Obama, conocida como Obamacare.
Además de ser el primer candidato en muchos años que no hace pública su declaración de impuestos, será la primera persona que llega a la Casa Blanca sin haber desempeñado antes un cargo político o haber servido en las Fuerzas Armadas.
La victoria del magnate neoyorquino se empezó a perfilar muy pronto en la noche electoral. Uno a uno, fueron cayendo de su lado prácticamente todos los estados clave.
Los primeros en proyectarse a favor del republicano fueron Ohio y Virgina, y poco más tarde se confirmó que ganó también en Carolina del Norte.
Tardó bastante, pero también Florida horas después le dio sus 29 votos en el Colegio Electoral. En ese momento, las cosas ya se le ponían muy cuesta arriba a Clinton, aunque no era imposible.
La caída de los 55 votos de California del lado de Clinton, así como de los pequeños estados del noreste, tradicional bastión demócrata, pusieron a la candidata por delante.
Pero la permanencia de Clinton al frente de la carrera por la Casa Blanca fue más bien efímera.
Los estados tradicionalmente republicanos no le dieron la espalda a su candidato y según avanzaba la noche, a paso firme, Trump se iba acercando al número mágico de 270 votos.
Eso sí, durante un par de horas estuvo estancado en 244.
Pero todo acabó precipitándose, hay cayeron Maine y Pensilvania, lo que dejaba al republicano al borde de la victoria. No terminaban de salir, pero el recuento era claro.
Así fue que antes de que los medios dieran las proyecciones definitivas en los estados que faltaban, ya se empezó a hablar de lo inevitable de la victoria de Trump.
Y Alaska y Wisconsin llegaron para confirmar lo que no habían previsto las encuestas: Trump, presidente de Estados Unidos.
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