El tratamiento que reduce la radioterapia de 7 semanas a 35 minutos
Después de una operación, los pacientes de cáncer saben que tienen que someterse a varias semanas de sesiones para destruir las células tumorales. Eso, además de fatigantes efectos secundarios, les supone la molestia de desplazarse al hospital con asiduidad.
Ahora una técnica que reduce el plazo de radioterapia desde las actuales siete semanas a una sola sesión de 35 minutos para algunos casos concretos de cáncer de mama se está aplicando con éxito en países como España y Reino Unido.
La llamada radioterapia intraoperatoria (IORT por sus siglas en inglés), que comenzó a desarrollarse a finales de los años 90, consiste en aprovechar la operación quirúrgica que extrae el tumor para aplicar la radiación directamente en el lecho tumoral (donde se hallaba el tumor), que es donde el cáncer se reproduce en el 90% de los casos.
El principal beneficio de esta técnica es que "garantiza los mismos niveles de supervivencia que los métodos tradicionales, pero mejora la calidad de vida del paciente", asegura a BBC Mundo la doctora María Jesús Pla, coordinadora de la Unidad Funcional de Mama del Hospital Universitario de Bellvitge y el Instituto Catalán de Oncología, el único hospital español que por el momento utiliza esta metodología.
Pla y sus colegas estuvieron hablando de la nueva terapia en el marco de la jornada mundial contra el cáncer, esta semana.
Hacia un tratamiento individualizado
Explicaron que en pacientes con cáncer de mama con una serie de características y con tumores de menos de dos centímetros, se podría utilizar exclusivamente, sin necesidad de más sesiones de radioterapia convencional.
"Este uso exclusivo se podría utilizar en un 30-35% de los pacientes con cáncer de mama", añade la especialista.
Según su experiencia, en personas con tumores un poco más grandes, esta técnica se puede combinar con la radioterapia externa convencional.
"En estos casos concretos puede llegar a reducirse en 10 días el tiempo del tratamiento", explica la doctora Pla.
La nueva técnica también promete aportar beneficios en lo que a efectos secundarios se refiere.
Un aspecto es que reduce la toxicidad en el cuerpo del paciente, "que puede llegar a dañar diversos órganos", cuenta la experta.
Ademas, las repercusiones estéticas son menores para los pacientes, lo que puede ayudar a mejorar su estado de ánimo.
La radioterapia intraoperatoria tiene su origen en estudios llevados a cabo en EE.UU. y en Europa y pretende avanzar hacia el horizonte de conseguir tratamientos del cáncer de mama menos agresivos y con un componente más individualizado.
"Esta posibilidad terapéutica introduce el concepto de radioterapia adaptada al riesgo de cada paciente", señala Pla, quien resalta su importancia en futuras investigaciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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