Cómo el "peor equipo" de béisbol busca la gloria en la Serie Mundial
Han sido durante años uno de los peores equipos de las Grandes Ligas y llevaban casi tres décadas sin jugar la gran final del béisbol en Estados Unidos.
Pero ahora los Reales de Kansas City están en la Serie Mundial y desde este martes se enfrentaran a los Gigantes de San Francisco, que ganaron el llamado "clásico de octubre" en dos de las últimas cuatro temporadas.
Su transformación en menos de una década ha sido no menos que impresionante.
Hace diez años los Reales iniciaron una racha de cuatro temporadas consecutivas finalizando en el último lugar de la división central en la Liga Americana y en 2005 terminaron como el peor equipo de toda las Grandes Ligas al perder 106 de 162 juegos, terminando a 43 juegos de los Medias Blancas de Chicago.
Fue tal el desprestigio de la novena de Kansas City, que incorporó la palabra Reales en honor a una famosa exposición de ganado y espectáculo de rodeo, que sus seguidores fueron víctimas innumerables bromas.
"¿Qué le dices a un aficionados de los Reales cuando ganan la Serie Mundial? No te olvides de apagar tu consola de video juegos", repetían, pero lo que una vez pareció ficción ahora está cerca de ser una realidad.
El gran cambio
Tras ser el equipo que más partidos perdió desde 2000 y ocupar ocho veces el último lugar de su división, los Reales comenzaron a dejar atrás su miseria el 10 de diciembre de 2012.
Ese día acordó un cambio de jugadores con los Mantarrayas de Tampa Bay en el que adquirió a los lanzadores James Shield y Wade Davis y entregó a tres jóvenes promesas provenientes de sus filiales.
La apuesta pareció muy arriesgada, pero resultó clave para darle a los beisbolistas un impulso de confianza.
"Fue una transacción que nos permitió salir del bache", dijo recientemente el manager de los Reales Ned Yost.
Shields, en particular, ha tenido un año impresionante en 2014, ganando 14 partidos en la temporada regular.
Otro factor crucial ha sido el rendimiento de los lanzadores relevistas Greg Holland, el mismo Wade Davis y dominicano Kelvin Herrera, quienes se encargaron de asegurar las victorias en las últimas entradas.
Pero sobretodo basó su éxito en el trabajo de equipo para hacer prevalecer sus fortalezas y limitar sus debilidades.
La velocidad en las bases y una excelente defensa compensaron la falta de poder con el bate, siendo el equipo que registró menos cuadrangulares de todas las ligas mayores con 95, muy por debajo de los Orioles de Baltimore, que consiguieron sacar 211 veces la pelota del campo.
Química
Los Reales sólo pudieron clasificar a la postemporada gracias al Wild Card o comodín luego de ser uno de los dos mejores segundos de la Liga Americana.
En el desempate vencieron a los Atléticos de Oakland en un dramático encuentro que terminó 9-8 en la décimo segunda entrada.
Luego barrieron en las series contra los Angelinos de Anaheim (3 partidos a 0) y Orioles (4-0), conquistando el título de la Liga Americana por primera vez desde 1985, año en el conquistó su única Serie Mundial.
Hace dos años pocos hubieran pensado que los Reales serían capaces de llegar a la gran final del béisbol de Grandes Liga y hace unas semanas nadie hubiera imaginado que lo lograrían sin perder un partido en la postemporada.
Como dijo Lorenzo Cain, una de las figuras de los Reales, al diario USA Today: "La química ha sido genial y la estoy pasando de maravilla ahora. Estar en esta racha es muy divertido".
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